Soy pésimo narrando lo cotidiano en mi vida, soy malísimo preguntando por lo cotidiano de otros sitios, soy enormemente ineficiente al tratar de escribir los hechos que van alimentando mi diario andar por el mundo, todo porque en el mundo suceden tantas cosas simultáneamente, cosas tan asombrosas y efímeras, tantos milagros multiplicados que mis ritos y rutinas me parecen tan vulgares y aburridos en ocasiones, tan simples que mi cabeza casi los olvida inmediatamente, que pasan al plano de lo irrelevante, al mundo de lo que se ha olvidado porque no es necesario para que el mundo siga su curso.
Sin embargo, ahí se van acumulando, se van acoplando, se van amoldando y de repente un día salen, se arrojan a la vida como una frase pensada a través de estarla regurgitando constantemente en el cerebro, entonces escribo, o tomo una foto, o me acurruco para soñar o mi cerebro echa a andar su rueca y empieza la proyección de largas memorias olvidadas, recuerdos rotos en el presente, historias cerradas o inconclusas, y miles de vidrios que dan colores a la forma con la que veo el mundo.
Oiga y tantos vidrios de vez en vez cuando al artista se le ocurre armarlos y los ponen enfrente de nuestros ojos revelan un vitral interesante. Un saludo.
ReplyDeletePues muchas gracias.
ReplyDeleteLa verdad es que más que vitral, va siendo un modesto tragaluz, aprovechando que el cielo está claro y que las nubes van haciendo papirolas ( o será vaporolas..? en fin) de todas maneras las palabras quedan y el agradecimiento de retache va hacia donde te encuentres.
Nos estamos leyendo.