Tuesday, April 26, 2005

Las cosas que no me dejan dormir [162]

El joven Raúl Alberto Sánchez, estudiante del tercer año en Derecho, sostenía su pequeña cartulina que decía "Fox, traidor de la democracia".

Era uno de los pocos inconformes entre la multitud de unos 2 mil oaxaqueños reunidos a las afueras del ex Convento de Santiago Apóstol.

Al verlo, Fox se detuvo e inició un interrogatorio:
- ¿Tú crees que soy traidor a la democracia?, dijo Fox mientras Raúl Alberto sólo lo miraba.
- ¿Por qué?, insistió Fox mientras el joven seguía sin hablar.
- ¿Tienes miedo o qué?, preguntaba en tono de desesperación el Ejecutivo federal.
- ¿Por qué no me dices qué es eso?, insistía Fox.
Frente al silencio del oaxaqueño, el Presidente Fox ofreció:
- No te va a pasar nada-.Le acercó su mano y tocándole el hombro le dijo
-Tranquilo, yo no soy ningún traidor a la democracia, al contrario, trabajé por ella, ¿por qué dices eso?.
Casi entre susurros el universitario respondió
- por el asunto del desafuero.
Unos pasos más adelante una señora repetía la misma acusación desde una cartulina.
Fox se le acercó y le preguntó si le podía dar un beso.
- Sí, respondió ella - es el beso de Judas.
[fuente: Reforma.com]

Sin palabras.

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