Friday, June 17, 2005

El Ruido y un foco de 100 watts


Esta ciudad es caótica, ruidosa, apendejante.
Los chilangos hemos aprendido a hablar a gritos, a susurrar a gritos y a estar en silencio a gritos.
Las voces de miles de chilangos gritones se unen como un ruido de fondo al mundanal de sonidos que producen autos, fábricas, aviones, televisiones, radios, focos y todo lo que con un ligero zumbido se atore en el aire para salir disparado a cualquier oído. Los chilangos hemos aprendido a no escuchar nada más allá de nuestra propia voz y andamos por las calles sin escuchar absolutamente nada de lo que le pase al resto del mundo.

Sin embargo de vez en cuando, dentro de la hecatombe decibélica algunos logran distinguir algún sonido pulcro, algún ruido tranquilizante y alegre, un silencio limpio dentro de las ondas sonoras. Y es entonces que alguno de nosotros sonríe y encuentra que el día, la ciudad y todos alrededor no son tan ajenos después de todo al mundo interior que se alimenta del ruido de fondo.

Muy pocas veces puedes escuchar el silencio, si es que en realidad el silencio se escucha. Recuerdo momentos de menor ruido en la ciudad, como en Semana Santa por ejemplo, recuerdo solo un momento de silencio absoluto, fue en el temblor del 85, justo antes de que el edificio de la Secretaria de Comunicaciones sobre Xola se cayera. Un silencio como si a todos nos hubieran robado el aliento, incluido al viento mismo. Un silencio, y luego el ruido del vacío, de la succión del aire, de las alarmas de los coches, de la gente gritando, de la gran ciudad herida, un silencio justo antes de que nos diéramos cuenta que el tiempo no es eterno para ninguno de nosotros.

Yo soy caótico, ruidoso y a lo mejor soy apendejante… no lo se.. Sin embargo, dentro del todo el ruido de mil voces que cargo, encontré tu voz. Es una voz que me gusta porque me responde y me ayuda a discernir el ruido de fondo de lo que son mis pensamientos. Es una voz que sana a lo mejor sin darse cuenta, y que con su acento me ha hecho sentir envuelto en palabras maravillosas cuyo sonido había olvidado.

2 comments:

  1. Es dificil encontrar silencio en medio del paisaje urbano... y aprendes a escuchar en el ruido..
    sin embargo... sigo extrañando el silencio..

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  2. K onda, de visita por tu página, realmente muy contrastante pero muy nutrida. Es extraño como puede darse en el DF el ruido de los autos contrastando con el canto de los pájaros, sale, un abrazo.

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