Pues por fin Santiago "niño de bien" Creel, decidió lanzarse por la grande y sin albur. Lo que ya todo mundo sabía, comentaba, chismeaba y criticaba, ha pasado. El buen Santiago se ha convertido en el candidote Santiago para ocupar la silla presidencial.
Después de pasada la "expectativa" de ver salir a Santiago de su palacio en Bucareli, viene el susto de ver a Carlos "el monaguillo" Abascal como nuevo secre de gobernación. Y es que decisiones así pasan hasta en las mejores familias. ¿Será que la estrategia para lo que resta del sexenio es dejar la gobernabilidad en manos de diosito santo?
Así pues, quedamos muchos mexicanos con la sensación de que nos han timado. No bien comenzamos a celebrar la salida de Creel cuando ya sufrimos la llegada de Abascal....yo por eso mejor me voy a leer a Carlos Fuentes.
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