Monday, August 1, 2005

Instrucciones para sobrevivir unas votaciones presidenciales. [1]


Esta nueva sección del insomnio cotidiano tiene como único interés, querido lector, que su voto en las próximas elecciones sea dirigido hacia lo que a usted mejor le convenga. Ya mucho tiempo ha pasado desde que las tortas y los tamales nos han enfilado hacia las manifestaciones o que las despensas básicas han encausado nuestro voto. Así que en un afán de reivindicación y haciendo uso de todas las artimañas que bien hemos aprendido de los políticos, les presentó ahora esta breve guía y en una de esas hasta conseguir hueso que asegure que durante los próximos seis años nos hagamos del patrimonio que nos dure el resto de nuestras vidas. Quedan pues inauguradas las Instrucciones para sobrevivir unas votaciones presidenciales.

Comenzando por el principio. ¿Qué es un voto?
En el año 2000, las elecciones tuvieron como motivo primordial el voto útil. Según la Real Academia de la Lengua, el voto útil es: El que ante una decisión se emite a favor de una opción que, aun no siendo la preferida, tiene mayores posibilidades de derrotar a otra cuyo triunfo no se desea.

Seis años después nos damos cuenta que efectivamente la opción no era la preferida y que el voto resulto ser bastante inútil.

Es por eso que ahora en afán de ser nosotros lo beneficiados por nuestro voto, proponemos como la opción del próximo sexenio: el Voto de Reata.

Según definición de la misma academia, el voto de reata es: El que se da sin conocimiento ni reflexión, y solo por seguir el dictamen de otro.

Así pues dejemos que la borregada decida y dediquémonos a sacar provecho de nuestro voto, e incluso podemos alburear a los políticos diciéndoles que los votaremos de reata en reata para ver si así hacen su chamba.

El voto de Reata pues es la opción con la cual aseguramos no sentirnos comprometidos si las cosas salen mal como con el voto útil. No será necesario pegar calcomanías sobre los autos como las que ahora dicen, " yo no vote por Fox", ya que al ser un voto irreflexivo nadie nos podrá echar en cara nuestra mala decisión a la hora de emitir el voto.

Además nos ayuda a no comprometernos con ningún candidato a la hora de aceptar su gorras, o los tamales, lo mismo podemos ir aun mitin que a otro y podemos dedicarnos a comer a gusto sin tener que estar pendientes de ninguna propuesta, ya que para aplaudir necesariamente tenemos que hacer a un lado la torta.

Por eso nosotros decimos:
¡Que el voto de reata decida!

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