Cielo...

¿Para que ser un ángel, si puedes ser el cielo? Me preguntó Uriel aquella vez y no entendí. ¿Cómo alguien como yo podría ser el cielo? En aquella ocasión me sentía hecho una mierda, andrajos de lo que soy. Muchas pastillas me tragué y siempre acabé vomitando mas de lo necesario, de ahí una gastritis que muchas veces no me deja pensar claro el mundo. Nunca me atreví a cortarme.

Aquellas veces, solo quería volar y tener alas. Como si al despegarme del suelo, pudiera dejar en él todo el dolor, la incertidumbre y el vacío mortal. Entonces subía y bajaba de la torre latino. Cuando estaba arriba imaginaba el vuelo y como dejaba mi corazón en la tierra haciéndose cada vez más pequeño mientras yo seguía subiendo y subiendo y subiendo y subiendo.

Hoy el dolor sigue ahí, al igual que la incertidumbre y el vacio, solo que he aprendido a convivir con ellos. Hoy tampoco entiendo las palabras de Uriel, pero ya he aceptado que nunca seré un ángel. Lo que aún no se, es como ser el cielo...