Atari

Ayer, mientras tiraba a una bolsa de basura muchas partes de mi infancia, adolescencia y recuerdos de todo tipo… de entre las montañas de porquerías que uno acumula por años sin saber muy bien porque, encontré un tesoro… una vieja máquina, modernísima en su tiempo… el pináculo de la civilización disco, y acompañante de todas las fantasías y sueños húmedos de quienes crecimos antes de que el sida fuera una pandemia y de que el muro de Berlín fuera derribado… un ATARI 2600… completo, con controles y juegos, con una capa muy fina de polvo cubriéndolo… así que ni tardo ni perezoso lo metí dentro de las cajas que me llevaría de mi antigua casa a ni nueva vida…

Por la tarde cuando tuve oportunidad de probarlo en casa de G. lo conectamos con cuidado y con ansiedad, tomamos uno de los míticos cartuchos marcado con el nombre de ASTEROIDS, y nos dispusimos a disfrutar de horas de diversión retro…
No funcionó… lo intentamos e intentamos y nomás no prendió… agüitados y con los recuerdos de la infancia desvaneciéndose… acaricié la superficie de plástico negro y lo volví a intentar… el ATARI prendió… una sonrisa enorme se dibujó en la cara de G, mientras en la pantalla de la tele aparecía una letra pixelada horrible de 8 bits que decía ATARI, Asteroids, 1981…

Después de 15 minutos de juego, y de probar varios juegos llegamos a la conclusión de que el ATARI apesta…es una porquería en esta época… lo comprobé cuando Gabby me dejó irme de su casa con la consola… si hubiera sido divertido, la consola se hubiera quedado en su casa… en fin, aún así fue bonita la ilusión…

¿te gustó mi palanca..?