Monday, January 25, 2010

no hay otra igual... pero...

Yo estaba (y sigo) enamorado de una perrita que por razones de la vida ya no volveré a ver...
sin embargo la vida nunca es tan cruel, y me ha dado la oportunidad de conocer una cachorra que por muchas razones me recuerda a la que tiene mi corazón...
esta es Frida...

y sin cuestionarme, me deja jugar con ella, se entrega y me da todos los besos que quiere, se acuesta en mis piernas para que la acaricie, y me ladra de alegría cuando llego a donde vive...
y aunque mi corazón extrañe, ella se encarga de hacerme saber que no le importa, mientras me da lengüetazos y se abraza a mis piernas para que la cargue...
La vida después de todo, no es tan cruel...

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