Vengo...

Vengo a entregarte mi corazón, mi alfabeto, mi desierto florido, mis estrellas fugaces, mi luna, mi sombra, a mi espejo, mi locura, al niño terrible que llevo en mi, a mis ojos tan miopes, mi tacto, mis lugares secretos, mis dioses personales, mis besos y todos los suspiros que he gastado… vengo a entregarme a ti humildemente, a desprenderme del yo que tus palabras crearon en mi sin saberlo… a trazarte un mapa por si quieres habitar mi corazón y caminar a mi lado… vengo a decirte que me gustas… que tu rostro se ha tatuado en mi y que tu aroma habita ya en mis recuerdos… Vengo a confesar que mi tiempo quisiera pasarlo contigo, que quiero abrazarte y besarte, que quisiera sentarme contigo a ver la luna desde la orilla del mundo… vengo a reclamarte el significado de tu abrazo, y de tu boca besando mi cuello y de tu palabras haciéndome sentir nuevos filos de mi existencia… aunque no era tu intención… tus palabras me mutaron, me rompieron, me reconfortaron, me acariciaron el alma y me dejaron una cicatriz que ahora porto con amor y dolor… sin quererlo tatuaste en mi ese león alado que siempre he buscado y que para mi representa lo que yo soy en este mundo…